Notas para fijarnos en Jesús y el evangelio Jn 21,1-19
· En la “aparición” de Jesús resucitado, como se nos narra en Emaús de Lucas, los discípulos no reconocen a Jesús enseguida (4): quiere decir que Cristo resucitado sólo puede reconocerse por medio de la fe.
· El diálogo de Pedro con Jesús (15-19) nos pone ante el servicio en la Iglesia, un servicio de amor (cfr el Buen Pastor Jn 10)
· Todo lo que vive la Iglesia (misión, Eucaristía, ministerio pastoral) parte de la presencia (4) y del reconocimiento del resucitado (7).
· La misión evangelizadora de la Iglesia, la pesca (6-8), es el resultado de la presencia de Jesús. Los obreros del Evangelio dan fruto cuando permanecen unidos al Resucitado.
· La comida (Eucaristía), en la que es Jesús quien tiene la iniciativa y quien la da (12.13), reconcilia al Señor con los discípulos, que lo habían abandonado.
¿Cómo se reconoce esta vez al resucitado? Cuando se le entiende como uno que ha servido con total entrega a la persona. Así cuando en el v.7 se dice que Pedro "se ató la prenda a la cintura " se está aludiendo al atarse el delantal tal como Jesús lo ha hecho en la cena última (13,4.5). Lo que equivaldría a decir: la única manera de reconocer al resucitado es ponerse a servir, atarse el delantal y estructurar la vida desde el servicio al hermano. Servir es el modo de afirmar la fe en la resurrección (más que en maneras dogmáticas). Por eso no ha de extrañar que en esa comida con la que se sella la comunión con el resucitado, éste sea el que les sirva, uno a uno, personalmente: "Cogió el pan y se lo fue dando… ". Por eso al conectar servicio y resurrección se le quita a aquél esa pizca de amargura que inevitablemente le acompaña.
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