Ongi etorri denoi ! Os damos la bienvenida al blog de la parroquia de San Francisco Javier. Este año 2015, hemos celebrado las bodas de oro, realizando el sueño de nuestro anterior párroco, D. Juan María Bautista, de renovar y embellecer la fachada. Estamos seguros de que el Señor Jesús por intercesión de nuestra amatxu de Begoña y San Francisco Javier nos ayudará a construir la parroquia que necesitamos para celebrar nuestra fe, crecer como cristianos y contagiar la alegría de sentirnos hijos de Dios a nuestra familia, a nuestro barrio y a nuestra sociedad.
Domingo 29 de mayo a las 19:30 horas en el Palacio Euskalduna de Bilbao: “II Gran GALA LÍRICA SOLIDARIA de Zarzuela y Canciones” o Orquesta Sinfónica ‘Ataulfo Argenta’ o Coro Lírico de Cantabria o Coral de Llodio. Entradas ya a la venda en www.bbk.es desde 15 €uros. A beneficio de los COMEDORES SOCIALES de Cáritas Bizkaia (‘Área de Personas Sin Hogar’).
Formar parte del Cuerpo de Cristo significa estar inseparablemente comprometido con aquellos y aquellas con quienes Cristo se une y estar vinculado con los pobres, por los que lo da todo.
Lc 9,10-17
«Al volver los apóstoles le contaron a Jesús todo lo que habían hecho. Entonces se los llevó y se retiró con ellos en dirección a un pueblo llamado Betsaida, pero el gentío se dio cuenta y lo siguió. El los acogió, estuvo habiéndoles del reinado de Dios, y curó a los que lo necesitaban. Caía la tarde y los Doce se le acercaron a decirle:
-Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque esto es un descampado.
Él les contestó:
-Dadles vosotros de comer.
Replicaron ellos:
-¡Si no tenemos más que cinco panes y dos peces! A menos que vayamos nosotros a comprar de comer para toda esta multitud. (Eran unos cinco mil hombres.)
Jesús dijo a sus discípulos:
-Decidles que se echen en grupos de cincuenta. Así lo hicieron, diciendo que se echaran todos. Y tomando él los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, los bendijo, los partió y se los dio a los discípulos para que los sirvieran a la gente. Comieron hasta quedar satisfechos todos, y recogieron doce cestos de sobras.»
La condición trinitaria del Diosde los cristianos hace que sea trinitaria nuestra oración: dirigida al Padre, por Jesucristo, gracias al Espíritu que nos ha sido dado.
“Jesus Jauna, sarri Ebanjelioa irakurtzen nago eta ezagutzen ditut zure hitzak eta egintzak; baina nireganatu behar ditut eta zure Espiritua hartu beharra daukat nire bizi bihurtzeko. Lagun iezadazu!"
Juan 16, 12-15
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros.
Lectura del santo evangelio según San Juan (20,19-23):
Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Es la última semana de Pascua que terminará el próximo domingo con Pentecostés. Hoy la Iglesia celebra la Ascensión del Señor. La Ascensión de Jesús nos revela que la plenitud solamente la alcanzamos al final y que, además, es un don de Dios. Jesús, exaltado, es la garantía de la promesa que esperamos. Pero es, a la vez, un proyecto inmediato de acción, un quehacer, una tarea sin dilación: “Qué hacéis mirando al cielo?”
En Lucas está enmarcada en la última comida de Jesús con los discípulos… Esto nos sugiere que la vida después de la muerte no significa el abandono de la condición humana, sino que es la máxima expresión de ésta.
Lc 24, 46-53
Y dijo Jesús a sus discípulos: «Estaba escrito que el mesías tenía que sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y que hay que predicar en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas. Sabed que voy a enviar lo que os ha prometido mi Padre. Por vuestra parte quedaos en la ciudad hasta que seáis revestidos de la fuerza de lo alto». Los sacó hasta cerca de Betania. Levantó las manos y los bendijo. Y mientras los bendecía, se separó de ellos y subió al cielo. Ellos lo adoraron y se volvieron a Jerusalén llenos de alegría. Estaban continuamente en el templo bendiciendo a Dios.