Ongi etorri!

Ongi etorri denoi ! Os damos la bienvenida al blog de la parroquia de San Francisco Javier. Este año 2015, hemos celebrado las bodas de oro, realizando el sueño de nuestro anterior párroco, D. Juan María Bautista, de renovar y embellecer la fachada. Estamos seguros de que el Señor Jesús por intercesión de nuestra amatxu de Begoña y San Francisco Javier nos ayudará a construir la parroquia que necesitamos para celebrar nuestra fe, crecer como cristianos y contagiar la alegría de sentirnos hijos de Dios a nuestra familia, a nuestro barrio y a nuestra sociedad.

viernes, 23 de septiembre de 2016

26º domingo tiempo ordinario-C / 26. domeka denbora arrunta-C


Jesusek gaur ere hauxe esango digu: gure bizitzan zorrotzak izateko eta gutxien dutenekin partekatzen jakiteko.

Lc 16,19-31

19 «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba a diario espléndidamente. 20 Un pobre, llamado Lázaro, cubierto de úlceras, estaba sentado a la puerta del rico; 21 quería quitarse el hambre con lo que caía de la mesa del rico; hasta los perros se acercaban y le lamían sus úlceras. 22 Murió el pobre, y los ángeles le llevaron al seno de Abrahán. Murió también el rico, y lo enterraron. 23 Y estando en el infierno, entre torturas, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abrahán, y a Lázaro a su lado. 24 Y gritó: Padre Abrahán, ten compasión de mí y envía a Lázaro para que moje en agua la yema de su dedo y refresque mi lengua, porque me atormentan estas llamas. 25 Abrahán repuso: Hijo, acuérdate que ya recibiste tus bienes durante la vida, y Lázaro, por el contrario, males. Ahora él está aquí consolado, y tú eres atormentado. 26 Y no es esto todo. Entre vosotros y nosotros hay un gran abismo, de tal manera que los que quieran ir de acá para allá no puedan, ni los de allí venir para acá. 27 El rico dijo: Entonces, padre, te ruego que le envíes a mi casa paterna, 28 pues tengo cinco hermanos, para que les diga la verdad y no vengan también ellos a este lugar de tormentos. 29 Abrahán respondió: Ya tienen a Moisés y a los profetas; ¡que los escuchen! 30 Pero él dijo: No, padre Abrahán; que si alguno de entre los muertos va a verlos, se arrepentirán. 31 Abrahán contestó: Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto».

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